martes, 26 de octubre de 2010

Pollo amistoso

Cocinado por Huma el martes, octubre 26, 2010 0 cucharadas

Esto de que “nos pilla la vida” también le sucede a los gatos. Aunque ustedes no lo crean, me estreso, me falta el tiempo y tengo las típicas preocupaciones cotidianas de toda fémina que haya dejado el hogar de sus progenitores. Y eso, a ver si alguien me contradice, nunca es fácil.
Pero hoy, y agendado para el resto de los días, hago un hueco en mi abultada agenda (para nada social, sólo doméstica y profesional) para dos cosas: darles una receta y hablar sobre Rockerita, una de mis mejores amigas y que vino a almorzar hace unos días.
Yo conocí a Rockerita en un techo de la comuna de Ñuñoa. Interesada en el mundo de las letras, mitos griegos y fonemas, me metí en los jardines de Campus Oriente a escuchar como esos gesticuladores profesores abrían la mente con nombres nuevos y emociones desconocidas.
Ahí, en una de estas circunstancias, apareció Rockerita contándome una cabeza de pescado tan grande que si yo no hubiera estado tan loca, de seguro hubiese huído sin querer verla jamás.
Pero mi condición espiritual (que se mantiene, por algo seguimos siendo amigas) hizo que no sólo la escuchara, sino que me riera y quisiera estar con ella todos los días que siguieron, hasta el día de hoy.
A Rockerita la adoro. Ella me entiende, me aconseja, me calma y, por sobre todo, me divierte. Cuando estamos juntas nos reímos más que hablamos, cantamos más que pensamos y disfrutamos más que cualquier otra cosa que se pueda hacer con una amiga. Si existe el alma, definitivamente ella es mi amiga del alma, incondicional y testigo de todos mis más absurdos procesos.
¡¡Rockerita, te quiero tanto!!
Y es a ella que le cociné algo rico a la hora de almuerzo de un día feriado. Comimos, bebimos, escuchamos música y arreglamos el mundo a nuestra imagen y semejanza.
Para ese día, quería hacer algo especial pero sencillo, con los ingredientes que tenía en casa: pollo, panko (pan rallado japonés), espárragos, papas y zanahoria.
Así fue como hice un rico “Pollo macerado en sillao y jengibre, apanado en panko y acompañado de puré de papas y zanahoria. Guarnición: espárragos asados”. Lo llamaré “Pollo Rockerito” para acortar el nombre y dedicarle el plato a mi amiga.
Este plato es exquisito porque combina equilibradamente los sabores y las texturas. El pollo, crujiente y más grasoso, se suaviza con el puré de sabor dulzón. Los espárragos no sólo otorgan color sino que también refrescan las papilas gustativas para seguir disfrutando del plato.
A Rockerita le gustó mucho, se repitió y se fue al recital de RATM feliz de la vida.
¡Disfruten ustedes también!

Pollo Rockerito
4 platos

Ingredientes:
4 filetes grandes de pechuga de pollo deshuesada.
Panko. (si no tienes panko, puede ser pan rallado. Pero el panko es más sabroso)
2 huevos.
Harina.
20 espárragos.

Puré de papas y zanahorias:
½ kilo de papas.
½ kilo de zanahorias.
1 cucharada de mantequilla.
Leche.
Nuez moscada.
Hojas de laurel.

Para el macerado:
1 taza de sillao o salsa de soya.
3 ajos picados finamente.
1 cucharadita de jengibre fresco, rallado.

Preparación:

-Lavar y secar muy bien las pechugas de pollo, quitándoles el exceso de grasa. Reservar.
-En un recipiente profundo, mezclar el sillao o soya, con el ajo y jengibre. Agregar las pechugas de pollo, tapar el recipiente con alusa plas, meter al refrigerador y dejar reposar una hora como mínimo. Mientras más repose, mejor.
-Para el puré, cocer las papas junto con las zanahorias en una olla con abundante agua fría, sal a gusto y hojas de laurel. Una vez que estén blandos ambos vegetales, colarlos y molerlos con el pisa papas, agregando la mantequilla y leche, hasta obtener un puré compacto y suave. Aliñar con nuez moscada.
-Cocer (idealmente en olla de bambú para aprovechar la cocción de las papas) los espárragos hasta que estén al dente. Una vez listos, colocar en la lata del horno, previamente engrasada, agregando trocitos de mantequilla sobre ellos. Asar a fuego medio por 10 minutos aproximadamente.
-Ya macerado el pollo, sacar del refrigerador y preparar el apanado. En un plato se baten dos huevos, en otro se coloca suficiente panko (le doy más sabor colocando romero) y en otro la misma cantidad de harina. Se calienta el aceite de oliva en un sartén.
-Se pasa la pechuga por el huevo, luego por la harina, de nuevo por huevo y finalmente por panko, procurando que quede completamente revestido de él. Así, con todas las pechugas.
-Se colocan en el aceite caliente, a fuego lento, hasta que estén doradas y cocidas. Esto es como cinco minutos por lado.
-Cuando todo esté listo, se disponen las preparaciones en el plato y ¡Voilà!

Resultado:
Un feriado rico, divertido, suave y económico.
 

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